El consagrado actor encontró en la historia de Macbeth una posibilidad para pensar en las zonas oscuras y luminosas y para conectar con una vieja idea personal: que el teatro es una puerta a lo sobrenatural.
Tomó a Macbeth, el clásico de Shakespeare, para repensar sus propias sospechas: que el teatro es también una zona de experiencias metafísicas, un terreno en el que se dan conexiones paranormales.
Con esa búsqueda a cuestas, mientras caminaba por el campo y la costa de Mar del Sud -donde tiene su casa-, Pompeyo Audivert empezó a ensayar Macbeth, una adaptación que hizo para un solo actor y que también dirigió.
“Siempre sentí que estaba siendo asistido en el trance por alguien o por algo que soy yo mismo, del revés, en mi ausencia”
“Tiene que ver con la idea de que un actor es una habitación, como un habitáculo de encarnaciones, con la idea de que el teatro puede reducirse al cuerpo del actor habitado por todas las fantasmagorías de la obra de Shakespeare”, explicó este martes Audivert a LA CAPITAL.
Así nació “Habitación Macbeth”, una obra que ya pudo verse en otras plazas y que ahora llega a la sala Payró del Auditorium. Subirá a escena desde este miércoles y hasta el domingo a las 21: solo cinco funciones.
El consagrado actor tomó la historia de este general escocés que presenta Shakespeare para hablar de sus propias ideas. Así lo indicó: “Macbeth de Shakespeare es una obra que tiene un carácter metafísico y sobrenatural, fantasmagórico, que me ayuda a entender este concepto teatral vinculado al actor como zona de fenomenologías paranormales”.
“Siempre fue una sospecha que tuve respecto del teatro desde que empecé, que la fui explorando en distintas puestas y en distintas actuaciones“, agregó sobre el nexo que cree ver entre el teatro y lo sobrenatural.
Siete personajes pasan por el cuerpo de Audivert. “Hice la adaptación en mi casa de Mar del Sud, memoricé el texto en largas caminatas por el campo y por la playa”, dijo y señaló que fue el músico Claudio Peña el encargado de darle una musicalidad a la puesta. “Habitación Macbeth es una aventura teatral a las zonas más íntimas de la teatralidad“, apuntó.
Consultado sobre cómo mixturar este texto en una temporada como la marplatense, marcada por la pandemia de Covid-19, el experimentado intérprete asoció la historia a este momento del mundo. “Creo que Mar del Plata en esta temporada tan signada por la pandemia habla de esa circunstancia que le pasa al protagonista (de Macbeth), que es interceptado por unas brujas que se le vaticinan un porvenir de gloria y ese vaticinio lo transforma y le desata una identidad dorsal de la que no tenía noticias”.
“Creo que esas circunstancias de las que habla Shakespeare son tremendas y sobrenaturales y conectan con este momento pandémico en donde todos hemos estado adentro de nosotros mismos, estamos saliendo de una gran introspección a la que fuimos condenados por el virus, puertas adentro, enfrentados a nuestros propios fantasmas y a nuestras zonas luminosas y oscuras. De alguna manera, eso Shakespeare lo trata muy bien”, concluyó.
-¿Sintió en algún momento de la actuación o de los ensayos esa conexión con lo metafísico?
-Sí, en todas esas caminatas que yo hacía en Mar del Sud sentí que no estaba solo, siempre sentí que estaba siendo asistido en el trance por alguien o por algo que soy yo mismo del revés en mi ausencia, por decirlo de alguna manera. O por otras fuerzas que de algún modo estaban de acuerdo con este planteo, o sea que nunca estuve solo, por mas que estuve solo en esas caminatas. Siempre sentí que tenía la venia de alguna que otras presencias, que vaya uno a saber si es así, pero yo sentí que rondaban.